La misión del coaching ontológico para enfermería es acompañar y empoderar a los profesionales de ESTA CIENCIA en su crecimiento personal y profesional, desarrollando competencias comunicativas, emocionales y relacionales que les permitan enfrentar los desafíos del entorno laboral con mayor conciencia, liderazgo y bienestar.
A través de un proceso transformacional, buscamos promover el cuidado integral, tanto del paciente como del propio profesional, impulsando una práctica de enfermería más
humana, ética y alineada con sus valores personales y profesionales.
Juana había trabajado en enfermería durante más de diez años.
Desde joven, se sintió atraída por el mundo de la salud, queriendo ayudar a los demás en sus momentos más vulnerables. Sin embargo, en los últimos años, sentía que algo le faltaba. A pesar de su dedicación, la presión del trabajo diario, el contacto constante con el dolor y la enfermedad, y la falta de tiempo para procesar sus emociones, la estaban agotando. Sentía que había perdido la pasión por su profesión.
Un día, una colega le habló sobre el coaching ontológico y cómo había transformado su forma de ver la vida.
Al principio, Juana era escéptica. No entendía cómo un proceso de coaching podría ayudarla con sus problemas, que ella consideraba más prácticos que emocionales. Sin embargo, decidida a probar algo nuevo, se inscribió en un programa de coaching ontológico orientado a profesionales de la salud.
Desde las primeras sesiones, Juana notó una diferencia. El coaching ontológico no solo se enfoca en sus objetivos profesionales, sino también en su forma de ser, en su manera de interpretar el mundo y, lo más importante, en cómo sus pensamientos y emociones influyen en su trabajo diario como enfermera. Comenzó a comprender que muchas de sus tensiones y frustraciones venían de cómo interpretaba las situaciones en el hospital, de su tendencia a pensar que debía tener todas las respuestas y a cargar con el peso de las emociones de sus pacientes.
El coach la guio para ver estas situaciones desde una nueva perspectiva.
Juana aprendió a reconocer sus propias limitaciones sin sentirse culpable, a ser compasiva consigo misma y a entender que no siempre podía controlar lo que ocurría, pero sí su manera de enfrentarlo.
A través de preguntas profundas y conversaciones transformadoras, empezó a redefinir su rol, no solo como enfermera, sino como persona.
Uno de los mayores beneficios que experimentó fue el desarrollo de su capacidad de escucha. El coaching ontológico le enseñó a escuchar de una manera más profunda, no sólo a sus pacientes, sino también a sus colegas y, más importante aún, a sí misma. Aprendió a reconocer sus propias emociones, a no reprimirlas, y a encontrar un equilibrio entre su vida personal y profesional.
Con el tiempo, Juana también descubrió que el coaching ontológico la ayudaba a manejar mejor el estrés. Ya no veía los momentos difíciles en su trabajo como obstáculos, sino como oportunidades para crecer y aprender.
Comenzó a ver sus errores como aprendizajes, en lugar de fracasos, y eso cambió radicalmente su manera de actuar en situaciones de crisis.
Además, del coaching ontológico recibió herramientas de comunicación,
¿Conociendo la historia de Juana,
te gustaría vivir una mejor aún todavía?
Escribime a coachingparaenfermería@gmail.comSoy Nora Constantino. Coach de Enfermería
